Aproximadamente, un 30% de los hombres de más de 50 años presenta focos de tumor en la próstata y, sin embargo, un 97% de ellos no fallecerá por cáncer de próstata ya que ni se extenderá localmente, ni se diseminará a otros órganos.
Por lo tanto, es importante mantener una actitud prudente respecto a una detección precoz exhaustiva de este tumor, puesto que se estaría tratando innecesariamente a muchos varones que nunca tendrán problemas reales con el cáncer de próstata.
¿Qué es la próstata?
La próstata es una glándula que se encuentra solo en los hombres. Está localizada delante del recto y debajo de la vejiga urinaria. El tamaño varía con la edad: mientras que en los hombres más jóvenes la próstata es del tamaño aproximado de una nuez, en los mayores puede ser considerable.
La función de la próstata consiste en producir cierta cantidad de líquido que protege y nutre a los espermatozoides presentes en el semen, haciéndolo más acuoso. Justo detrás de la próstata se encuentran otras glándulas, las vesículas seminales, responsables de producir la mayor parte del líquido que contiene el semen. La uretra, que es el conducto que transporta la orina y el semen fuera del cuerpo a través del pene, pasa por el centro de la próstata.
La próstata comienza a desarrollarse antes del nacimiento y su crecimiento se acelera durante la pubertad, debido al estímulo que recibe de las hormonas masculinas (los andrógenos). El andrógeno principal, la testosterona, se produce en los testículos. La enzima 5-alfa reductasa transforma la testosterona en dihidrotestosterona (DHT) que es la hormona principal que envía la señal a la próstata para que crezca.
Mientras las hormonas masculinas están presentes, el tamaño de la próstata suele permanecer estable o crece lentamente en los adultos.
Hiperplasia benigna de próstata
A medida que el hombre envejece, la parte interior de la próstata (alrededor de la uretra) puede seguir creciendo. Eso origina una afección común llamada hiperplasia benigna de próstata (HBP). Cuando eso ocurre, la próstata puede presionar la uretra ocasionando el consiguiente obstáculo para el paso de la orina.
La HBP no es cáncer. La HBP no se convierte en cáncer, aunque puede ser un problema de salud grave para algunos hombres. Si se necesita tratamiento, los fármacos que reducen el tamaño de la próstata o que relajan los músculos de alrededor pueden ser útiles para que la orina fluya. Cuando las medicinas no son eficaces podría ser necesario emplear algún tipo de cirugía, como la resección transuretral de próstata.
Cáncer de próstata
En la próstata se encuentran varios tipos de células, pero casi todos los casos de cáncer de próstata se desarrollan a partir de las células glandulares. Estas células son las responsables de producir el líquido que se agrega al semen. El término médico para identificar el cáncer de las células glandulares es adenocarcinoma.
Pese a que en la próstata también se pueden desarrollar otros tipos de cáncer poco frecuentes, como sarcomas, carcinomas de células pequeñas y carcinomas de células transicionales, si se diagnostica un cáncer de próstata, lo más probable es que se trate de un adenocarcinoma.
Aunque algunos cánceres de próstata pueden crecer y propagarse rápidamente, la mayoría crece lentamente. De hecho, los estudios realizados en algunas autopsias muestran que muchos hombres de edad avanzada que murieron de otras enfermedades (e incluso algunos hombres más jóvenes) también tenían cáncer de próstata que nunca les afectó durante sus vidas. En la mayoría de estos casos, ni los propios pacientes ni los médicos que los atendían tenían conocimiento del cáncer de próstata.
La detección precoz del cáncer de próstata
La detección precoz de cáncer se refiere a la serie de pruebas que se realiza para encontrar una enfermedad en personas que no presentan síntomas. Para algunos tipos de cáncer las pruebas de detección precoz pueden ayudar a diagnosticar cánceres en una etapa inicial, cuando son más fáciles de curar.
Las pruebas de detección precoz del cáncer de próstata pretenden encontrar el cáncer en sus fases iniciales, con la esperanza de que pueda ser tratado de forma más eficaz. Sin embargo, la realización de estas pruebas de forma indiscriminada en la población masculina ha sido objeto de controversia entre la comunidad médica.
Se puede sospechar la presencia de cáncer de próstata en sus etapas iniciales mediante el análisis de la cantidad de antígeno prostático específico (prostate-specific antigen o PSA) en la sangre de un hombre. El tacto rectal (TR) es otra de las técnicas que se emplean para el diagnóstico precoz. Para realizar este examen, el médico se coloca un guante e inserta un dedo en el recto para palpar la glándula prostática.
Si el resultado de una de estas pruebas es anormal es necesario realizar pruebas adicionales para determinar si se trata de cáncer.
Desde que el uso de las pruebas de detección precoz de cáncer de próstata se volvió relativamente común en Estados Unidos (aproximadamente a partir de 1990), la tasa de mortalidad por esta enfermedad disminuyó. Sin embargo, aún no está claro que esta reducción haya sido debida a la influencia directa de la detección precoz. La reducción de la tasa de mortalidad por esta enfermedad también podría ser debida a los avances en el tratamiento de la misma, entre otros factores.
Lo que realmente ocurre es que tanto la determinación del PSA como la realización del TR no son pruebas precisas al 100%. Por un lado pueden dar resultados anormales en pacientes que no tienen cáncer (falsos positivos). Pero por otro pueden resultar normales cuando el paciente efectivamente tiene cáncer (falsos negativos). Ambas situaciones son delicadas, ya que mientras en el primer caso se va a someter al paciente a unas pruebas no exentas de riesgo (biopsia prostática), en el segundo se va a dar un sentido de falsa seguridad al paciente cuando en realidad existe un tumor que debe ser tratado.
Otro asunto que merece consideración es que aun cuando las pruebas de detección precoz encuentren un cáncer, no se puede saber si el cáncer es realmente peligroso. El sentido común lleva a pensar que diagnosticar y tratar todos los cánceres de próstata en etapas iniciales es algo positivo siempre, pero algunos cánceres crecen tan lentamente que probablemente nunca causarían problemas a lo largo de la vida del individuo. El resultado de una prueba que indique un nivel elevado de PSA puede hacer que algunos varones sean diagnosticados de un cáncer de próstata que de otro modo habría pasado inadvertido en sus vidas, ya que ese cáncer nunca les habría causado síntoma alguno ni les causaría la muerte.
A pesar de ello, lo más probable es que estos hombres sean tratados con cirugía o radioterapia, bien porque no puede saberse con seguridad cómo se va a comportar el tumor, bien porque los pacientes no se sienten seguros sabiendo que tienen un cáncer que no está siendo tratado. Hay que tener en cuenta que los tratamientos que se proponen pueden causar efectos secundarios intestinales, urinarios y sexuales que pueden afectar seriamente a la calidad de vida de un hombre.
Puede que los propios pacientes y los médicos duden sobre si se necesita tratamiento o si se puede hacer un seguimiento sin ser tratado inmediatamente (un método llamado vigilancia activa). Estos pacientes necesitan análisis de sangre periódicos y biopsias de la próstata para determinar el momento en el que se va a requerir el tratamiento. Y todo ello tampoco está exento del riesgo de ansiedad, dolor, infección y sangrado.
Afortunadamente, para ayudar a determinar si las pruebas de detección del cáncer de próstata valen o no la pena, se están llevando a cabo grandes estudios que analizan si las pruebas de detección precoz reducirían el riesgo de muerte por cáncer de próstata. Los resultados más recientes de dos de estos grandes estudios han sido contradictorios y no ofrecen respuestas claras.
Los resultados preliminares del estudio realizado en Estados Unidos indican que se localizan más cánceres de próstata en los varones que se someten a la detección precoz con pruebas anuales de PSA y TR que en aquellos que no se realizan las pruebas, pero este hecho no redujo la tasa de mortalidad por este cáncer. Por otro lado, el estudio realizado en Europa encontró un menor riesgo de muerte por cáncer de próstata con la determinación de PSA (realizada alrededor de una vez cada cuatro años), aunque los investigadores calcularon que para poder prevenir una muerte por causa de cáncer de próstata se necesitaría que unos 1050 hombres se realizaran las pruebas y que 37 de ellos fueran tratados, cifras realmente elevadas, en cuanto a salud pública se refiere.
Ninguno de estos estudios ha demostrado que la determinación de PSA ayude a los hombres a vivir durante más tiempo. Ninguno de estos estudios ha demostrado que la determinación de PSA reduzca la tasa general de mortalidad.
Por otra parte, ambos estudios continúan activos para determinar si un seguimiento más prolongado de los pacientes proveerá de resultados más convincentes.
En estos momentos, la Sociedad Americana Contra el Cáncer recomienda que los hombres que estén considerando someterse a las pruebas de detección precoz del cáncer de próstata tomen sus decisiones fundadas en la información disponible, en el diálogo con sus médicos y en sus opiniones sobre los beneficios y los efectos secundarios que tanto las pruebas de detección precoz como el tratamiento derivado de ellas les puedan suponer.
Existen muchos factores a considerar en esta toma de decisión, incluyendo la edad y el estado de salud en el momento de la realización de las pruebas. Si se trata de un paciente joven que tenga cáncer de próstata, la enfermedad puede acortar la vida si no se diagnostica precozmente. Pero es menos probable que la detección precoz del cáncer de próstata influya en la vida de los hombres de edad más avanzada o previamente enfermos. Puesto que la mayoría de los cánceres de próstata crece lentamente, lo más previsible es que estos pacientes mueran por otras causas, sin que esta enfermedad les cause problemas.
¿Quieres aclarar algo? Tus comentarios al final del post siempre son acertados.
¿Por qué este audio?
September es una canción de Earth, Wind & Fire, de su álbum The Best of Earth, Wind & Fire, Vol. 1, lanzada como single en 1978. La canción fue escrita y compuesta por Maurice White, Al McKay, Allee Willis.
Y traigo September porque me gusta. Porque me gusta el mes de septiembre. Porque la canción transmite alegría. Porque la detección precoz de un cáncer no debe ser motivo de preocupación, aunque sea inevitable. Porque la detección precoz de un cáncer debe ser motivo de esperanza.
Esta información está proporcionada por medicointernista.es y no es su intención reemplazar el consejo del médico o del profesional de la salud. Por favor, consulte a su médico sobre cualquier condición médica específica. Última modificación: 4 de octubre de 2014 a las 11:38 h.
Hola Olga …yo también se algo de la próstata y escribí algo sobre ello el día que operaron a mi suegro -no tenía cáncer- pero si que se le hinchó el asusto.
¿Puedo? No es muy científico, pero creo que es descriptivo 🙂
http://tarracoferma.blogspot.com.es/2012/03/operacion-de-prostata.html
Adelante con tu post, Tomae. Muy ilustrativo. Muchas gracias por volver.