La detección precoz del cáncer de mama
La detección precoz del cáncer de mama incluye aquellas pruebas que diagnostican de forma temprana el cáncer de mama, antes de que una mujer se descubra un bulto.
La probabilidad de morir por cáncer de mama ha disminuido en alrededor de un tercio en las últimas décadas. Esto se debe, en parte, a estos programas de detección precoz. El cáncer de mama tiene más probabilidad de curarse cuanto más temprano se detecte.
Métodos de detección precoz de cáncer de mama
Existen tres formas principales para detectar de forma precoz el cáncer de mama: la mamografía, la exploración clínica de las mamas y la autoexploración mamaria.
Mamografía
Una mamografía es una radiografía del seno que se realiza con un aparato de rayos X, cuya forma está adaptada a las mamas y produce una dosis de radiación mínima.
La mamografía es la prueba de detección precoz de cáncer de mama más eficaz, ya que es capaz de detectar lesiones mucho tiempo antes de que puedan ser descubiertas por una misma o por el médico.
Como prueba en un programa de detección precoz del cáncer de mama se debe realizar de forma periódica y rutinaria cada 1 o 2 años en mujeres entre los 45 a 50 años y los 65 a 70 años.
Exploración clínica de las mamas
En las revisiones ginecológicas anuales, el ginecólogo realizará un examen de las mamas y axilas para descartar alteraciones palpables en las mismas.
Debido a que el cáncer de mama es muy poco frecuente en mujeres menores a 30 o 35 años, lo más probable es que no se soliciten otras pruebas complementarias, salvo que se detectara alguna anomalía en la exploración. Sin embargo, si existen antecedentes familiares de cáncer de mama o alteraciones genéticas conocidas, esta exploración se complementará con otras.
Autoexploración mamaria
La autoexploración mamaria facilita la posibilidad de encontrar cambios en los propios pechos.
Ningún estudio ha demostrado que la autoexploración mamaria reduzca el riesgo de morir por cáncer de mama. Sin embargo, algunas mujeres prefieren hacer la autoexploración mamaria de forma regular ya que mejora su capacidad para detectar cambios que de otra manera no se hubieran notado.
Las mujeres que incorporan en su rutina la autopalpación mamaria no deben descuidar ni sustituir esta técnica por las mamografías periódicas ni la exploración clínica de las mamas.
Cómo hacer una autoexploración mamaria
El mejor momento para hacer una autoexploración del seno es una semana después de que termine el periodo. Si ya no se tienen periodos menstruales se puede hacer el examen en cualquier momento.
1. Para empezar, hay que ponerse de pie delante de un espejo, con el torso desnudo y sin sujetador y colocar ambos brazos a los lados. Se debe mirar el pecho, buscar cambios en el color de la piel o en la textura y comprobar si hay abolladuras. También hay que fijarse en el aspecto de los pezones. Algunas mujeres tienen los pezones invertidos, lo que significa que sus pezones apuntan hacia dentro en vez de hacia fuera. Esto es normal, siempre y cuando la forma del pezón no cambie con el tiempo.
2. Después se apoyan las manos en la cadera y se observa el pecho girándose de un lado al otro.
3. Con los brazos levantados y las manos detrás de la nuca se repite el proceso de inspección. Se debe mover cada pecho haciendo fuerza con los pectorales para detectar alguna asimetría en la forma de los mismos.
4. Tumbada boca arriba se coloca una mano debajo de la nuca. En esta posición se aplana el pecho y hace que sea más fácil de examinar. Con la mano que queda libre se empieza la palpación del pecho contrario, haciendo pequeños círculos, usando las yemas de los dedos índice, medio y anular, moviendo los dedos desde el borde de la mama hacia el pezón, siguiendo los cuatro cuadrantes. Se debe coger el pezón con los dedos en forma de pinza para comprobar si salen secreciones. A continuación, se cambian las manos y se repite el ejercicio en el otro seno.
Al realizar la autopalpación mamaria es normal sentir las costillas al palpar las mamas. Los bultos anormales procedentes del tejido mamario se suelen notar firmes, tienen bordes irregulares y, a veces, se nota que están “pegados” al pecho. Si no se sabe si un bulto es normal o anormal siempre se debe consultar al médico.
El 19 de octubre es el Día Mundial del Cáncer de Mama.
Como siempre, te agradezco mucho tus comentarios, al final del post.
¿Por qué este audio?
La Sonata para piano n.º 16 en Do mayor, K. 545, de Wolfgang Amadeus Mozart, es una de sus sonatas más conocidas. Es conocida también como la Sonata Facile o Sonata Semplice. Lo que aquí se reproduce es el segundo movimiento o “Andante”, que está en la tonalidad Sol mayor.
El sentido de “sonata fácil” es, en realidad, incorrecto, pues Mozart se encontraba ya en su madurez total cuando la compuso; la construcción armónica, el desarrollo y las perfectas dimensiones en todos sentidos le dan a esta sonata una profundidad particularmente difícil de interiorizar.
Y la traigo hoy porque mi madre se detectó precozmente un cáncer de mama con la técnica de la autoexploración mamaria hace ya muchos años. No se si alguien le explicó jamás las posibilidades del diagnóstico precoz, pero lo consiguió. Y además, como estupenda pianista que es, interpretaba a menudo esta sonata en casa, entre muchas otras.
Esta información está proporcionada por medicointernista.es y no es su intención reemplazar el consejo del médico o del profesional de la salud. Por favor, consulte a su médico sobre cualquier condición médica específica. Última modificación: 19 de octubre de 2014, a las 22:50 h. Revisado el 18 de julio de 2018.
Estupendo post, Olga. Clarísimo, como es habitual en tu manera de ofrecer la información. Me parece muy útil, sobre todo para las mujeres.
Mi inquietud va más allá de la detección precoz. Una vez detectado un cáncer de mamá, me gustaría conocer las ventajas y desventajas de la reconstrucción de una mama en el caso que sea extirpada. Siempre se habla del componente psicológico pero me pregunto si desde el punto de vista físico puede tener alguna consecuencia, si es mejor esperar a hacer la reconstrucción o hacerla en el mismo momento de la extirpación.
¡Mil gracias, hermana! Cómo me gusta que me escribas…
La reconstrucción mamaria es una parte de la recuperación del cáncer de mama que debe individualizarse en función de las necesidades de cada mujer, del tratamiento que haya recibido y de las circunstancias que rodean a cada caso. En función del tratamiento que acompañe a la mastectomía (extirpación de la glándula mamaria) se plantea la reconstrucción de la mama en un momento u otro del proceso, dependiendo, como te digo, de una evaluación completa que va más allá de las necesidades psicológicas de la mujer y que incluye la reevaluación del estadío de la enfermedad.
¡Vuelve por aquí, sister!
Gracias por la sonata, invita a encontrar esos 5 minutos de paz que hacen falta para la autopalpación. La verdad que es un post estupendo.
Gracias a ti, Ana. Tus comentarios me estimulan. Y lo sabes.
Una valiosa información, la cual, teniéndola tan accesible y viniendo de quien viene, todavía la hace mucho más valiosa. Gracias!! 😉
Muchísimas gracias, Vicenç. Viniendo de quien viene, este comentario, también es aún más valioso.
Leo con atención todos los post que publicas. Me fío mucho de ti, así que tengo la seguridad de estar en buenas manos solo con leerte. Gracias por compartir de manera tan fácil las cosas tan difíciles que sabes.
¡Pero qué encanto, MARIA! Eres bienvenidísima a este espacio, que ya es tuyo también.
Vuelve pronto.
Me ha encantado este post.
Muy completo.
Me habían hablado de la autopalpación de los pechos pero no sabía que ésta se completaba con la palpación de las axilas.
Me ha resultado muy útil.
Muchas gracias por tu comentario, Araceli. Me alegra mucho que te haya aportado algo nuevo.