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#manresa. Jordi Cohen. 2014

 

Entrada invitada

En esta nueva sección de Médico Internista, se cede la palabra a expertos en otras áreas que enriquecen la perspectiva de este sitio.

Celia Ramos, psicóloga clínica que ha trabajado en la Unidad de Rehabilitación Cardíaca de un importante hospital sevillano, ha querido colaborar en esta iniciativa con este artículo sobre el estrés.

Podéis conocer mejor su trabajo en www.psicocardiologia.wordpress.com y en @psicocardiologa.

Esta es la presentación que ofrece en su blog:

Me llamo Celia Ramos y soy psicóloga. Las oportunidades de la vida me hicieron llegar a una unidad de Rehabilitación Cardiaca, en la que he estado trabajando durante los últimos años. Pude aprender muchísimo de pacientes y compañeros, pero sobre todo, se despertó en mí la ilusión de aportar una nueva perspectiva en las enfermedades cardiovasculares.

En la práctica clínica, trabajo con una gran diversidad de personas con dificultades emocionales, no necesariamente relacionadas con problemas en su salud coronaria.

Pero, generalmente, nos olvidamos del aspecto psicológico y la relevancia que tiene en el sistema cardiovascular. Es por ello que este blog y todo lo que en el se publica, tiene como objetivo fomentar el cuidado de nuestras emociones en las enfermedades del corazón y en la prevención de las mismas.

 

Agradezco profundamente, desde aquí, su amable colaboración y su buen hacer, segura de que este artículo os va a gustar y os va a ayudar.

 

Estrés y salud cardiovascular

 

Actualmente, todos, o casi todos, tenemos la noción de que nuestras emociones y la forma en que las expresamos pueden relacionarse con nuestro estado de salud física.

Las enfermedades cardiovasculares tienen una etiología multifactorial, es decir, su aparición se debe a diversos motivos, de diferentes características. No obstante, podemos afirmar con rotundidad que nuestra salud cardiovascular está estrechamente ligada a un estilo de vida propio de las sociedades industrializadas. El incremento de estas enfermedades es, entre otras cosas, el resultado de ciertos comportamientos que, actuando sinérgicamente, facilitan su aparición.

Una de las emociones cuyo impacto sobre estas enfermedades cuenta con mayor evidencia científica es el estrés. El estrés, como todas las emociones, es sano y necesario. Sin embargo, cuando está demasiado presente en nuestro día a día tiene un impacto significativo en nuestra salud coronaria. Pero ¿qué es el estrés?, ¿cuándo es demasiado?, ¿qué puedo hacer para reducir su impacto en mi vida?

 

¿Qué es el estrés?


El estrés es una emoción sana y necesaria para la supervivencia. Es la emoción que sentimos cuando consideramos que tenemos que responder urgentemente a una cuestión concreta, pero no estamos muy seguros de tener los recursos suficientes para lograrlo. Por ello, el estrés alúde a dos puntos: la urgencia para resolver algo y la sensación de falta de recursos. Por lo tanto, una persona con confianza en sí misma tiende a estresarse menos que otra más insegura.

Para reducir el estrés, entonces, necesitamos jerarquizar nuestras tareas pendientes y fomentar nuestra sensación de que seremos capaces de lograr cada una de ellas.

 

¿Cuánto estrés es demasiado?


Es difícil determinar cuánto estrés es demasiado.

El estrés está demasiado elevado cuando en el día a día, sea lo que sea que se esté haciendo, el estrés es la emoción protagonista.

Celia Ramos. @psicocardiologa.

Cuando el estrés no me permite disfrutar, sufrir o participar, simplemente, de otras cosas, me está ganando demasiado terreno. ¿A quién no le ha pasado estar tomando algo con unos amigos pensando en la cantidad de trabajo que le espera al volver a casa? Pues esa sensación constante, que dificulta que experimentemos otras emociones, como el placer de estar charlando con unos amigos, es la que debemos tratar de disminuir, para cuidar nuestra salud cardiovascular.

 

¿Por qué afecta el estrés a la salud cardiovascular?


El estrés afecta a la salud del corazón mediante dos vías:

1.- Activación fisiológica: el estrés prepara a nuestro organismo para reaccionar eficazmente ante una demanda urgente. Esta preparación física consiste en un aumento de la presión arterial, en cambios en nuestro aparato digestivo, en variaciones en la temperatura corporal, en provocar una tensión excesiva de ciertos músculos y en alteraciones en las ondas cerebrales. Cuando esta emoción se da en exceso, estas variaciones están demasiado presentes pudiendo disminuir nuestra salud a largo plazo.

2.- Conductas relevantes para la salud: el estrés está asociado al incremento de conductas nocivas como fumar, ingerir excesos de azúcares o grasas… así como a la ausencia de conductas saludables, como practicar algún deporte, acudir a las revisiones médicas o disfrutar del tiempo de ocio. Por todo ello se relaciona con la aparición de algunas enfermedades cardiovasculares.

 

¿Cómo reducir el estrés?


Existen algunas medidas que puedes empezar a adoptar ahora mismo para conseguir reducir el nivel de estrés en tu rutina diaria:

1.- Darle la importancia que se merece. A veces caemos en el error de restar importancia al impacto de nuestras emociones en la salud y prestamos mucha atención a la dieta o a los fármacos que debemos tomar, olvidándonos de cuidar el nivel de estrés. Recuerda que el estrés es un factor de riesgo tan importante como el colesterol o la hipertensión.

2.- Disfrutar de los pequeños placeres del día a día. Aunque esto pueda sonar muy tópico, de vez en cuando está muy bien que nos lo recuerden. El simple hecho de tomar un café con un compañero, ver cómo los hijos disfrutan en el parque o relajarme en el camino de vuelta a casa, pueden convertirse en actividades muy placenteras si nos lo proponemos. Son actividades que tenemos que hacer sí o sí, y se trata de sacarles el máximo partido.

3.- Buscar momentos de relajación. Sabemos que, en algunos casos, encontrar un hueco para uno mismo se hace especialmente complicado. No obstante, basta con unos minutos al día para relajarnos. Aún teniendo hijos pequeños, seguro que puedo organizarme con mi pareja para encontrar 30 minutos al día para leer, caminar o hacer alguna técnica de relajación.

4.- Practicar algún deporte. Si de prevención cardiovascular estamos hablando, no hace falta especificar los beneficios de llevar una vida NO sedentaria. Pero tenemos que saber que el deporte, además de beneficiar a nuestras arterias y corazón, beneficia el estado emocional y ayuda a liberar las tensiones propias de una rutina con estrés.

5.- Cuidar lo que me digo a mi mismo. Muchas veces no nos damos cuenta, pero en medio de una actividad nos sorprendemos a nosotros mismos pensando “no lo voy a conseguir”, “no se para qué lo estoy intentando”, “esto es una pérdida de tiempo”… esos mensajes que lejos de aportarnos seguridad y confianza, aumentan nuestra sensación de estrés al enfatizar fallos y debilidades, nos hacen estar más tensos. Si sustituimos esos mensajes por “lo estoy haciendo lo mejor que puedo”, “si esta vez no me sale, me saldrá a la próxima”, “voy a poner mis cinco sentidos para hacerlo lo mejor posible”, nuestro nivel de tensión durante esa actividad no será tan elevado.

6.- Ser constante en el cuidado del estrés. Igual que con el colesterol, que solo por comer sano un día no consigo mantener mi nivel de colesterol a raya, y necesito ser constante y tener unos hábitos alimenticios adecuados, con el estrés ocurre algo parecido. Para mantenerlo a raya debo cuidarme día a día, debo sustituir algunos hábitos que lo están potenciando por otros que lo disminuyan.

7.- Priorizar. Afortunadamente, no todo es igual de urgente e importante. Puedes hacerte una lista de cosas pendientes y organizarlas por orden de prioridad e ir resolviéndolas en ese orden. Escribirlo en un papel te ayudará a tener una mayor sensación de control, reduciendo ese sentimiento algo “caótico” que tenemos cuando estamos tensos.

8.- No centrarse solo en lo que queda por hacer. Nos concentramos tanto en terminar lo que tenemos pendiente que a menudo pasamos por alto las tareas ya resueltas en las que hemos sido eficaces y hemos culminado con éxito. Valorar los logros te hará mas consciente de tus recursos personales, por lo que aumentará tu confianza de cara a lo que aún te falta por conseguir.

 

Celia Ramos Durán @psicocardiologa

Psicóloga de la Salud col. nº AN07261

www.psicocardiologia.wordpress.com

 

¿Qué te ha parecido? Puedes comentar algo aquí mismo. Celia contestará a vuestras dudas. Pero también puedes entrar en su página web para hacerle las preguntas directamente a ella, si es lo que quieres. Quizás te interese saber que Celia también ofrece consultas online. ¡Adelante!

 

 ¿Por qué este audio?

Serse, también conocida como Xerxes, es una ópera italiana con música de Georg Friedrich Händel. Probablemente el libreto fue escrito para una ópera anterior con el mismo nombre del compositor Giovanni Bononcini. Se estrenó en el King’s Theatre de Londres el 15 de abril de 1738.

Serse es para muchos la más mozartiana de las óperas de Händel. La pasión está mezclada con la farsa y la sátira; la estupidez humana es expuesta pero no ridiculizada.

Ombra mai fu es el aria de apertura de la la ópera. Lo que aquí se reproduce es el largo, un fragmento evocador y relajante que ayuda a controlar las emociones negativas que afectan a la salud cardiovascular.

 

Esta información está proporcionada por medicointernista.es y no es su intención reemplazar el consejo del médico o del profesional de la salud. Por favor, consulte a su médico sobre cualquier condición médica específica. Última modificación: 12 de febrero de 2015 a las 21:48 h.

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