Durante la segunda mitad del siglo XX, las vacunas provocaron el control o incluso la erradicación de varias enfermedades prevenibles por vacunación en Europa.
Sin embargo, los brotes de estas enfermedades siguen apareciendo, incluso en países con programas de vacunación bien establecidos. La existencia de poblaciones insuficientemente vacunadas, el movimiento antivacunación, cada vez más presente, y el movimiento migratorio de las poblaciones son, probablemente, los principales motores en la producción de estos brotes.
Garantizar un nivel adecuado de inmunidad a la población es el único método fiable para prevenir tanto las epidemias como el resurgimiento de las enfermedades prevenibles por vacunación.
Las vacunas han demostrado ser la medida más costo-efectiva utilizada en salud pública.
En España el programa de vacunación se inició en 1963, año en que se llevó a cabo la vacunación masiva con vacuna de la polio oral (VPO).
1965: se incorporan las vacunas frente a difteria, tétanos y tos ferina (DTP),
1978: se incorpora la vacuna frente al sarampión
1981: se generaliza el uso de la vacuna triple vírica frente a sarampión, rubéola y parotiditis (SRP).
Década de los noventa: se incorporan las vacunas frente a la hepatitis B y frente al Haemophilus influenzae tipo b.
2000: se incorpora la vacuna conjugada frente al meningococo tipo C.
2004: tras la certificación de la Región Europea de la OMS como región libre de polio, la Vacuna Inactivada de Polio (VIP) fue sustituida por la Vacuna Polio Oral (VPO).
2005: se introduce la vacuna frente a varicela en adolescentes susceptibles entre 10-14 años
2008: comienzan las campañas de vacunación frente al Virus del Papiloma Humano (VPH) en una única cohorte de niñas entre los 11-14 años, a decidir en cada Comunidad Autónoma.
2009: se sustituye la recomendación de revacunar de tétanos cada 10 años en los adultos vacunados correctamente en la infancia con el calendario de vacunación vigente, por la recomendación de revacunar una sola vez después de los 65 años.
En un post publicado en el blog de la revista Investigación y Ciencia, el Dr. Ignacio López-Goñi, Catedrático de Microbiología de la Universidad de Navarra, habla de las bondades de las vacunas.
Las vacunas salvan millones de vidas, es la mejor y a veces la única forma de luchar contra muchos gérmenes
En el año 2012, en EE.UU. hubo 38.000 casos de tosferina, enfermedad causada por la bacteria Bordetella pertussis, la mayoría en niños que no habían sido vacunados. Un brote así no había ocurrido desde 1959. ¿Por qué no se habían vacunado esos niños?
Desde hace varios años los movimientos “antivacunas” han difundido mensajes sobre la maldad de las vacunas. A pesar de la fuerte evidencia científica a favor de sus beneficios, hoy en día muchas personas desconocen cómo funcionan, e incluso desconfían de su acción.
Nuestra responsabilidad como científicos nos exige explicar de forma precisa y comprensible que las vacunas salvan millones de vidas.
La inmensa mayoría de los microorganismos son beneficiosos para nuestra salud. Sin embargo, algunos, unos pocos comparado con los millones de microbios que hay en la naturaleza, son patógenos y causan enfermedades infecciosas.
Las enfermedades infecciosas son la primera causa de defunción en muchos países con bajos ingresos económicos. Dos de cada tres niños menores de cinco años mueren por enfermedades infecciosas. Sin embargo, la mayoría de estas muertes podrían evitarse con las vacunas.
De que uno se vacune depende la salud de otros
Una vacuna es una sustancia que enseña a las defensas a reconocer a un microbio patógeno y protege contra la enfermedad que causa.
Las vacunas preparan a las defensas con antelación, de forma que cuando el patógeno aparece, el sistema inmune se activa rápidamente y lo mata o impide que nos enferme.
Las vacunas no solo nos protegen a nosotros mismos, sino que evitan que el patógeno se extienda entre la población, evitan las epidemias. Si uno no se vacuna, puede poner en riesgo a los que están a su alrededor, especialmente a los más débiles, los niños, los ancianos y los enfermos.
Con la vacunación se protege la comunidad.
Las vacunas funcionan
La viruela, un infección que ha causado cientos de millones muertos desde hace siglos, ha sido erradicada del planeta gracias a la vacunación. Y la poliomielitis puede llegar a ser la segunda enfermedad infecciosa erradicada gracias a la vacunación.
Difteria, rubéola, tétanos, parotiditis, varicela, rabia, hepatitis, gripe, sarampión, fiebre amarilla, tos ferina, tétanos, tuberculosis, rabia, ántrax, cólera, peste, tifus, papiloma, herpes, rotavirus,… más de 25 enfermedades infecciosas para las que existen vacunas, algunas de las cuales se han reducido más de un 90% gracias a la vacunación.
Solo en los últimos diez años, las vacunas han prevenido más de 26 millones de enfermos en EE.UU
Desde 1888 en Estados Unidos se registran semanalmente los casos de enfermedades. En la actualidad, el Centers for Disease Control and Prevention (CDC) edita semanalmente el Morbility and Mortality Weekly Report, que sirve para vigilar la posible aparición de brotes y epidemias. Un grupo de investigadores de la Universidad de Pittsburgh ha digitalizado todos los datos disponibles de esos informes semanales desde 1888 hasta 2011 de 56 enfermedades infecciosas. Han contabilizado un total de 87.950.807 casos individuales. De esta manera, está recogida la historia de distintas enfermedades en Estados Unidos durante los últimos 123 años.
En el estudio se demuestra cómo muchas enfermedades infecciosas han disminuido en este último siglo gracias a la vacunación. En concreto:
- Se implantaron campañas de vacunación masiva para siete enfermedades: polio, sarampión, rubeola, paperas, hepatitis A, difteria y tosferina.
- La polio se erradicó de EE.UU en 1979, gracias a las vacunas desarrolladas por Jonas E. Salk (con virus muertos, vacuna inyectable de 1955) y por Albert B. Sabin (con virus vivos atenuados, vacuna oral de 1961).
- La vacuna contra la difteria comenzó a emplearse en 1924 y, según este estudio, esta vacuna ha evitado más de 40 millones de casos de la enfermedad.
- En 1948 comenzó la vacuna triple DTP, contra la difteria, el tétanos y la tosferina (o pertussis en inglés).
- La vacuna MMR (measles, mumps y rubeola en inglés) o triple vírica contra el sarampión, las paperas y la rubeola es de 1978.
- La vacuna contra la hepatitis A se administra en todos los estados de EE.UU desde el año 2006.
Los autores hacen una estimación a la baja del número de personas que habrían padecido algunas de estas enfermedades en EE.UU si no hubieren existido estas vacunas: 103,1 millones de personas habrían enfermado sin las vacunas.
Las vacunas salvan millones de vidas, es la mejor y a veces la única forma de luchar contra muchos gérmenes
Gracias a las vacunas se ha reducido tanto la incidencia de muchas enfermedades infecciosas que el problema es que hoy en día no percibimos el riesgo, nos parece que ya no existen, que no hay peligro y algunos deciden no vacunar a sus hijos, alarmados además por los posibles efectos secundarios de algunas de ellas.
Ninguna vacuna es perfecta. Los efectos secundarios serios pueden ocurrir, pero en menos de una persona por millón de vacunados.
Las vacunas siempre son más seguras que la propia enfermedad de la que protegen.
Además, algunas enfermedades infecciosas no tienen un tratamiento efectivo y las vacunas son la única opción para luchar contra ellas.
Las vacunas funcionan
Fuentes de información
¿Por qué este audio?
I Just Can’t Stop Loving You es una balada cantada a dúo por Michael Jackson y Siedah Garrett, y fue el primer sencillo del álbum Bad. Es una canción escrita y compuesta por Michael Jackson en 1987.
Tal día como hoy de ese año 1987, I Just Can’t Stop Loving You fue número uno de las listas americanas. Y la adopto, como la sugerencia que me llega.
Esta información está proporcionada por medicointernista.es y no es su intención reemplazar el consejo del médico o del profesional de la salud. Por favor, consulte a su médico sobre cualquier condición médica específica. Primera publicación: 15 de septimebre de 2014. Actualización: 25 de septiembre de 2017.
No lo he leído todo Olga, -yo confieso- pero adivino (tampoco se trata de eso) que la canción y sobre todo el título poco tiene que ver con el vacunarse …¿no verdad?
De todas formas si existiera esa vacuna… ¿la recomendarías? ¿en qué caso?
🙂 besos!!
Lee el post, que es lo mejor. Las canciones, a veces, nada tienen que ver con el contenido del artículo en sí mismo. En este caso, la relación viene dada por la fecha de publicación, que coincide con la fecha en la que se convirtió este single en número uno en las listas americanas. A ver si con el post pasa lo mismo…
Gracias por volver, Tomae.
…y anda porfi! cambíame ese careto !!!
Estoy probando, como tú con la cuenta…
Una vez más, buen artículo. Como me gusta ir recibiendo toda esta información que por falta de calma por parte de paciente y de tiempo (o de ganas) por parte de médico no es posible facilitar. La canción muy buena, I can’t stop loving you either.
Muchísimas gracias por volver, bonita. Pero lo que más te agradezco es que te hayas convertido en una seguidora fiel de este rinconcito… Eso me llega a lo más profundo de mi corazón.
Siendo un hecho incuestionable que algunas, no todas, vacunas salvan vidas, la disminución tan intensa durante este último siglo de las enfermedades infecciones y de la mortalidad asociada a estas, principalmente la mortalidad infantil, se debe al progreso en las condiciones de vida y la generalización de este a toda la sociedad, principalmente el saneamiento de las aguas. De hecho, hasta mediados del siglo XX se dieron casos de cólera en nuestro país. Y suma y sigue. No son los fármacos, ni las vacunas, ni los dispositivos médicos lo que han conseguido tan inmenso logro.
Muchas gracias por tu comentario y por tu visita, Alejandro. Me alegra mucho que compartas mi opinión, la de la mayoría de los médicos que basamos nuestro trabajo en la evidencia científica.
Evidentemente, y estoy completamente de acuerdo contigo, que otros factores han contribuido también a la disminución de la mortalidad asociada a las infecciones. El saneamiento de las aguas, el control de las basuras, la desratización, el control de las plagas… Pero las vacunas, tal y como comenta Ignacio Goñi en el video que has podido ver, salvan vidas. Las vacunas funcionan. Y los fármacos y los dispositivos médicos también funcionan, Alejandro.
Espero verte pronto, de nuevo, por aquí.