¿Qué diferencia existe entre muerte súbita y paro cardíaco?

La muerte súbita cardíaca es una muerte repentina, inesperada, causada por la pérdida de la función del corazón. La pérdida de función del corazón se llama paro cardíaco.

 

La siesta. Ariadna Jorba

 

La muerte súbita cardíaca es la principal causa de muerte natural en Estados Unidos, donde ocasiona cerca de 325.000 muertes cada año. Además, la muerte súbita cardíaca es responsable de la mitad de todas las muertes por enfermedades del corazón.

La muerte súbita cardíaca afecta a los hombres dos veces más que a las mujeres y ocurre con mayor frecuencia en adultos entre los 35 y los 45 años. Sin embargo, esta circunstancia se produce poco en los niños; como máximo la sufren dos de cada 100.000 niños al año.

¿Qué diferencia existe entre un paro cardíaco y un ataque al corazón?


El paro cardíaco no es un ataque al corazón (infarto de miocardio).

El infarto de miocardio ocurre cuando hay una obstrucción en una o más de las arterias coronarias, lo que impide que el corazón reciba suficiente sangre rica en oxígeno. Si el oxígeno de la sangre no puede llegar al músculo del corazón, el corazón se daña.

Sin embargo, el paro cardíaco se produce cuando el sistema eléctrico del corazón funciona mal y de repente la actividad eléctrica cardíaca se vuelve muy irregular. El corazón late peligrosamente rápido. Los ventrículos pueden revolotear o temblar (fibrilación ventricular) y la sangre no se distribuye por el organismo. En los primeros minutos, como el flujo de sangre al cerebro se reduce tan drásticamente, la persona que lo sufre pierde el conocimiento. La muerte sigue a menos que se inicie de inmediato el tratamiento de emergencia.

 

¿Cuáles son los síntomas de un paro cardíaco?


Algunas personas pueden sentir palpitaciones rápidas o pueden encontrarse mareadas, indicador de que un problema de ritmo cardíaco potencialmente peligroso ha comenzado. En más de la mitad de los casos, sin embargo, un paro cardíaco ocurre sin síntomas previos.

Las víctimas de muerte súbita presentan una pérdida completa del conocimiento de manera brusca y no responden a ningún tipo de estímulo. Pueden tener los ojos abiertos o cerrados y, en seguida, dejan de respirar. Sin atención, el color de la piel pierde rápidamente el tono rosado habitual y se torna azul violáceo.

 

¿Qué causa la muerte súbita cardíaca?


La mayoría de las muertes súbitas cardíacas son causadas por ritmos cardíacos anormales llamados arritmias. La arritmia potencialmente mortal más frecuente es la fibrilación ventricular, que se produce cuando acontece un disparo errático y desordenado de los impulsos eléctricos cardíacos en los ventrículos (cámaras inferiores del corazón). Cuando esto ocurre y no se trata, el corazón es incapaz de bombear la sangre y la muerte se producirá en cuestión de minutos.

 

¿Cuáles son los factores de riesgo de paro cardíaco?


Aunque existen varios factores que pueden aumentar el riesgo de paro cardíaco y la muerte súbita de una persona, los dos factores de riesgo principales son:

1. Infarto de la pared anterior del corazón: el 75 % de los casos de muerte súbita están vinculados a un infarto agudo de miocardio previo. El riesgo de muerte súbita es mayor durante los primeros seis meses después de haber sufrido un ataque al corazón.

2. La enfermedad arterial coronaria: el 80 % de los casos de muertes súbita están vinculados a esta enfermedad. Los factores de riesgo para la enfermedad arterial coronaria incluyen el tabaquismo, antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular, el colesterol alto o un agrandamiento del corazón.

Otros factores de riesgo incluyen:

1. Una fracción de eyección (FE) inferior al 40 %, junto a taquicardia ventricular. La fracción de eyección es el porcentaje de sangre que efectivamente bombea el corazón en cada latido. En un corazón sano la FE oscila entre el 55 y el 65 % o superior. Una disminución de la misma viene determinada por una enfermedad cardíaca que afecta a la capacidad de contracción de la musculatura cardíaca.

2. Haber sufrido previamente un paro cardíaco.

3. Los antecedentes familiares de un paro cardíaco o de muerte súbita de origen cardíaco.

4. Antecedentes personales o familiares de ciertos ritmos cardíacos anormales, como el síndrome de QT largo, el síndrome de Wolff-Parkinson-White, la frecuencia cardíaca extremadamente baja o el bloqueo cardíaco.

5. Haber tenido una taquicardia ventricular o una fibrilación ventricular después de un infarto de miocardio.

6. Historia de anomalías cardíacas congénitas o anormalidades de los vasos sanguíneos.

7. Una historia de síncope no estudiada (episodios de desmayos de causa desconocida).

8. La insuficiencia cardíaca. Se trata de una enfermedad en la que la capacidad de bombeo del corazón es más débil de lo normal. Los pacientes con insuficiencia cardíaca tienen de 6 a 9 veces más probabilidades que la población general de experimentar arritmias ventriculares que pueden conducir a un paro cardíaco.

9. La miocardiopatía dilatada causa muerte súbita en un 10 % de los casos. Se produce una disminución de la capacidad del corazón para bombear la sangre debido a un ventrículo izquierdo agrandado (dilatado) y debilitado.

10. La miocardiopatía hipertrófica que condiciona un engrosamiento del músculo cardíaco que afecta especialmente a los ventrículos.

11. Los cambios significativos en los niveles sanguíneos de potasio y magnesio (por el uso de diuréticos, por ejemplo), incluso aunque no haya cardiopatía orgánica.

12. La obesidad.

13. La diabetes.

14. El abuso de drogas ilegales.

15. Ciertos medicamentos que son inductores de arritmias pueden aumentar el riesgo de arritmias potencialmente mortales.

 

¿Se puede prevenir un paro cardíaco?


Si se tiene alguno de los factores de riesgo mencionados anteriormente, es importante hablar con el médico sobre cómo reducir el riesgo. Los pacientes deberían:

  • Mantener las citas de seguimiento regulares con su médico
  • Hacer ciertos cambios de estilo de vida
  • Tomar los medicamentos indicados
  • Aceptar los procedimientos de intervención percutánea o de cirugía que les sean se recomendados.

 

¿Cuál es el tratamiento para el paro cardíaco?


La medida de tratamiento más eficaz es la desfibrilación. Consiste en administrar al corazón una descarga eléctrica controlada con un dispositivo que se conoce como desfibrilador. Básicamente, lo que hace este dispositivo es descargar la actividad eléctrica sobre todas las células del corazón a la vez. Lo habitual es que al reiniciar la actividad eléctrica del corazón con el estímulo externo que le hemos suministrado, éste recupere su ritmo normal.

El pronóstico de los pacientes que sufren una muerte súbita depende, fundamentalmente, del tiempo que transcurre desde que el corazón se detiene hasta que se aplica una desfibrilación. Se calcula que por cada minuto de demora existe un 10 % menos de posibilidades de que el paciente se recupere. Si no tenemos a mano un desfibrilador, es importante iniciar rápidamente la reanimación cardiopulmonar, ya que así conseguiremos prolongar el tiempo en el que una desfibrilación pueda ser eficaz.

 

¿Qué hacer?


Una persona que sufre una parada cardíaca se encuentra en una situación tan desesperada en la que cualquier ayuda puede marcar la diferencia entre la muerte y la recuperación. Ninguna de las atenciones que se intenten puede ser perjudicial.

1. Lo primero es solicitar atención médica, llamando al teléfono de emergencias 112. A la hora de dar el aviso es muy importante explicar que la persona que tenemos delante está sufriendo una parada cardíaca. Si se explica correctamente, el personal del 112 enviará, lo más rápido posible, un equipo médico-sanitario con el dispositivo técnico adecuado. De nada nos sirve iniciar unas maniobras de reanimación cardiopulmonar si estamos solos, si nadie va a venir a ayudarnos con ello.

2. Mientras esperamos al servicio de emergencias, el siguiente paso es comprobar el estado del paciente. Para ello se mueve suavemente a la víctima por el hombro, valorando si tiene algún tipo de respuesta. También se comprueba si respira o no.

3. Si el paciente presenta una parada cardíaca y no respira, se deben iniciar las maniobras de reanimación cardiopulmonar. Aunque es una medida bastante conocida, se ha comprobado que la respiración boca a boca resulta innecesaria e ineficaz, y que lo realmente importante es realizar un masaje cardíaco correcto. Ambas manos se ponen entrelazadas en el tercio inferior del esternón del paciente y se hacen compresiones hacia abajo con los brazos extendidos en ángulo recto respecto al cuerpo de la víctima. Hay que comprimir el esternón hacia abajo unos 4-5 cm, con una frecuencia aproximada de 100 veces por minuto, e intentar que las compresiones sean rítmicas y regulares, es decir, con las mínimas interrupciones posibles. El masaje cardíaco se debe mantener hasta que la víctima recupere el conocimiento o hasta que llegue la asistencia médica.

4. Si disponemos de desfibrilador automático se debe colocar según las indicaciones y seguir las instrucciones que el propio aparato va marcando.

5. Las maniobras de masaje cardíaco se continúan si no se constata recuperación de la conciencia del paciente, aunque el aparato haya realizado su descarga, mientras el desfibrilador vuelve a prepararse para la siguiente descarga.

6. Una vez iniciada la reanimación cardiopulmonar nunca debe ser suspendida por el personal no entrenado. Solo el médico que acuda en nuestra ayuda indicará el fin de la reanimación cardiopulmonar cuando lo considere.

Es decir, ante un paro cardíaco:

A: solicitar Ayuda → 112

B: comprobar si respira (Breath)

C: masaje Cardíaco

D: Desfibrilador

¿Has presenciado alguna vez un paro cardíaco? ¿Has iniciado las maniobras de reanimación cardiopulmonar? Comparte tu experiencia. Al final del post tienes tu espacio.

 

¿Por qué este audio?

The Lazy Song es una canción del cantautor estadounidense Bruno Mars. Fue lanzada como el tercer sencillo de su álbum Doo-Wops & Hooligans el 15 de febrero de 2011. La canción está escrita por K’naan y The Smeezingtons, quienes también la produjeron.

La letra habla de pasar un día entero “sin hacer nada”.

El ritmo de las compresiones en el masaje cardíaco debe ser de 100 por minuto. Seguir el ritmo de esta canción ayuda a mantenerlo.

 

 

Esta información está proporcionada por medicointernista.es y no es su intención reemplazar el consejo del médico o del profesional de la salud. Por favor, consulte a su médico sobre cualquier condición médica específica. Esta página fue publicada el 14 de diciembre de 2014 y revisada el 6 de diciembre de 2018.

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