El vómito es la expulsión violenta y espasmódica del contenido del estómago a través de la boca. Aunque en ocasiones obedece a trastornos de origen digestivo, en otras puede ser la primera manifestación de algunas enfermedades más graves.
Cuando los vómitos se presentan suele aparecer la duda sobre qué hacer. En principio, puede resultar razonable mantener una actitud prudente y esperar en casa para ver si se trata de algo transitorio que se resuelva por sí mismo. Si se decide consultar a un médico por teléfono, este puede no disponer de elementos suficientes de juicio. Sin embargo, si se acompaña la consulta de algo más de información, el facultativo podría incluso aconsejar una visita en el servicio de urgencias.
Cómo tratar los vómitos en casa
Los vómitos son, a menudo, un síntoma de una infección inofensiva (infección vírica digestiva) o de un caso leve de intoxicación alimentaria.
Para tratarlos en casa, en un primer momento se puede intentar:
- Beber líquidos a pequeños sorbos.
- Evitar los alimentos sólidos hasta que termine el vómito.
- Descansar más.
- Dejar de tomar todos los medicamentos por vía oral de forma temporal. Los medicamentos pueden irritar el estómago y hacer que el vómito empeore.
Sin embargo, si los vómitos persisten, se puede necesitar la ayuda médica. Y si los vómitos persisten durante mucho tiempo podría aparecer la deshidratación.
Al visitar el servicio de urgencias
La mayoría de las personas con vómitos incontrolados durante más de cuatro o cinco horas, es decir, la mayoría de las personas que no tolere los líquidos, debe ir al servicio de urgencias, especialmente los niños pequeños o los adultos mayores. Allí se les puede administrar líquidos por vía intravenosa y, posiblemente, fármacos para controlar las náuseas.
Los niños y los ancianos son más susceptibles a deshidratarse. Quizás por ello estos pacientes deberían acudir antes a los servicios de urgencias que otra persona sana y de mediana edad.
Varias son las preguntas que un médico de guardia realizará en cuanto visite a un paciente con vómitos, y que los propios enfermos podrían preguntarse a sí mismos, para intentar determinar la causa de los vómitos y para decidir la actuación más prudente. Algunas de estas cuestiones podrían ser:
¿Aparece sangre acompañando al vómito?
En ese caso el paciente debe ir de inmediato a urgencias, aunque solo sea un poco de sangre, ya que no se puede saber si ese vómito con sangre (hematemesis) representa únicamente la punta de un iceberg.
¿Se acompaña de diarrea? Y ¿la diarrea tiene sangre?
De nuevo la visita a urgencias es necesaria, ya que, a veces, puede ser indicativo de un brote de intoxicación alimentaria, que dure más de 24 horas. Las infecciones por Salmonella o por E. Coli pueden ser más graves y prolongadas que las infecciones víricas y necesitan un tratamiento específico.
¿Le ha sentado mal alguna comida reciente?
No hay manera de saberlo a ciencia cierta, pero si existen amigos o miembros de la familia que últimamente están con los mismos síntomas, lo más probable es que se trate de una intoxicación alimentaria.
¿Se toleran los líquidos?
Si no es así no hay otra manera que rehidratar por vía endovenosa. Por ello, la visita a urgencias, de nuevo, es obligada.
¿Se acompaña de fiebre?
La aparición concomitante de fiebre hace pensar en la infección como la causa más probable de los vómitos. Sin embargo, otras enfermedades, como la enfermedad de Crohn, pueden tener episodios de fiebre por la reacción inflamatoria que las caracteriza. La fiebre es menos probable que aparezca si la causa del vómito es una enfermedad por reflujo gastroesofágico, una úlcera gástrica o una obstrucción intestinal, aunque cualquiera de estos padecimientos hará necesaria la visita en urgencias.
¿Existen otros síntomas significativos?
Otros signos de alarma, acompañantes de los vómitos, incluyen dolor abdominal intenso, letargo y confusión mental. Si los vómitos acompañan a cualquiera de estos síntomas no se debe esperar en casa y la visita a urgencias debe ser inmediata.
Estas preguntas pueden ayudar a identificar los síntomas de alarma, pero ante cualquier duda se debe consultar al médico, que será el más adecuado para orientar cada caso.
Tus comentarios, al final del post, siguen siendo muy bienvenidos.
¿Por qué este audio?
Gabriel Fauré (1845-1925) es uno de los compositores franceses con mayor encanto melódico de todos los tiempos.
Existe un consenso acerca de su obra respecto a los delicados contornos impresos en su música y respecto a la importancia, tanto melódica como armónica, de la misma: claroscuros, levedad difuminada, vacilaciones tonales… Si el impresionismo nace en la pintura como consecuencia del estudio sobre los efectos de la luz, con Fauré se inicia el impresionismo musical.
Entre sus obras más conocidas destacan la Pavana, el Réquiem, los nocturnos para piano y las canciones «Après un rêve» y «Clair de lune».
Après un rêve aporta la tranquilidad que el malestar de la enfermedad necesita.
Esta información está proporcionada por medicointernista.es y no es su intención reemplazar el consejo del médico o del profesional de la salud. Por favor, consulte a su médico sobre cualquier condición médica específica. Esta entrada fue publicada el 30 de septiembre de 2014 y revisada el 4 de enero de 2019.
Gracias por la información, Dra. Araújo. Una pregunta: ¿Hay algún jarabe u otro tipo de medicamento que se pueda tomar sin peligro en cuanto aparece el vómito? En ocasiones empieza por nauseas que quizá se pueden controlar. No sé. Mi experiencia es sentirme muy mareada antes de vomitar. Me ha pasado en alguna ocasión. Lo cierto es que el vómito supone el inicio del fin del malestar. ¿Qué debería hacer en esos casos?
Muchas gracias de nuevo, Maralop.
Sin saber qué es lo que está produciendo los vómitos, es decir, sin un diagnóstico de la enfermedad que subyace, es mejor no tratar los vómitos de forma sintomática. Así es que, en respuesta a tu pregunta, lo mejor es no tomar ningún medicamento para intentar controlarlos, sin haber llegado antes a un diagnóstico concreto.
En tu caso, cuando te aparezcan esos mareos que se alivian con los vómitos, lo mejor es que consultes con tu médico cuando vuelva a suceder.
Una información detallada y valiosísima. Todos, absolutamente todos hemos sufrido vómitos alguna vez y volveremos a tener. Muchas gracias por, además de informarnos de enfermedades próximas, aconsejarnos cuando nos “ponemos malos”.
Muchas gracias por volver, Andolini. Me alegra que te sea de utilidad.
Hola Olga
El caso es que tu post, me ha recordado mi época de la mili, te cuento… yo la hice con 26-27 por prórrogas y asuntos varios. El caso es que un día como todos los de mes de instrucción, nos levantamos y ¡a la carrera! es decir a correr 4 ó 5 Km. Cuando tenía 16, 18… era un estupendo corredor pero a los 27 tras el “parón universitario” las correrías eran otras.
Sigo, entonces vamos toda la tropa a correr y de repente a mi me dieron ganas de “sacar la pota” digo “sacar la pota” porque cuando hacíamos la mili utilizábamos más esa expresión. En medio de la carrera, el Teniente instructor pregunta… ¿cómo van? Yo le digo: ¡Mi teniente!… Permiso para vomitar!, él no tenía opción y me lo concedió. No recuerdo si cené o dormí mal esa noche (creo que no) el caso es que el Teniente me miraba un poco con cara de… (un poco pálido). Luego? pues luego acabé con ese asunto y me fui corriendo hecho unas castañuelas, creo que el oficial ese se quedó un poco extrañado. Cosas de la mili. Algo parecido me pasaba en San Fermines…y luego a seguir bailando y bebiendo. 🙂
Ahora con mis 40 años más que pasados, a primera hora de la mañana, un cafecito en el Bar de un chino que se llama Wen.
Comentario a tu comentario musical. Antes de llegar a casa me encuentro con una chica …que da clases particulares de historia del arte, yo le pregunto ¿cómo que clases de historia del arte? ¿no saben interpretar arte los jóvenes de hoy? , y me dice que lo que les cuesta es expresarse, sobre todo la expresión escrita, sea viendo un cuadro, una catedral o escuchando la música como la que acompaña al post…
Bss!!
Hola de nuevo, Tomae.
Muchas gracias por volver, por seguir… Tus anécdotas animan, como siempre, estas entradas. Con seguidores como tú el blog toma otro cariz.
Y cómo me gusta que tu comentario se dirija también al punto final.
Esta es una de las entradas que más popularidad tiene en medicointernista.es desde que se publicó hace ya unos años. Y recibe también muchos comentarios.
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